El dark food photography, o fotografía de comida en tonos oscuros, es un estilo que destaca por su atmósfera dramática, elegante. Este estilo puede aplicarse en composiciones minimalistas, donde los pocos elementos presentes resaltan con fuerza, o en escenas con platos artesanales, creando un ambiente rústico y acogedor.
Para lograr un efecto impactante en este tipo de fotografía, es fundamental utilizar utilería en tonos oscuros, como negros profundos, grises oscuros o marrones intensos. Estos tonos no solo realzan la estética, sino que también aseguran que el plato principal mantenga su protagonismo. Además, es común optar por materiales como madera envejecida, cerámica mate y textiles texturizados, que complementan la riqueza visual del plato y añaden detalles sutiles.
La luz es esencial en el dark food photography: una única fuente de luz lateral o puntual, bien controlada y complementada con un rebote oscuro, crea contrastes dramáticos, proyectando sombras profundas y resaltando texturas con detalle. Esta combinación de luces y sombras añade dimensión, haciendo que los alimentos parezcan casi tridimensionales y generando una composición atractiva y con un toque misterioso.